Jillian Penner y Meghan Kinney en el mundial de Roma 2009 |
Una década más tarde, los roles cambiarian, mildred miraba maravillada a su nieta competir en los juegos olimpicos de beijing, como integrante de la seleccion norteamericana de natacion sincronizada.
Con apenas 19 años, Jillian consiguio un meritorio 5º puesto, y en su casa de Ohio,amigos y familiares reunian para felicitar a su abuela.
Integrante de 6 equipos nacionales y un equipo olimpico, Jillian ha tenido muchisimos entrenadores pero recuerda a su abuela como su primera entrenadora.
"Ella es quien me enseñó a ir bajo el agua sin tapar mi nariz", dijo Jillian.
"Le encantaba nadar, no podiamos sacarla fuera del agua'', dijo Mildred a la pagina de www.teamusa.org.
Integrante de 6 equipos nacionales y un equipo olimpico, Jillian ha tenido muchisimos entrenadores pero recuerda a su abuela como su primera entrenadora.
"Ella es quien me enseñó a ir bajo el agua sin tapar mi nariz", dijo Jillian.
"Le encantaba nadar, no podiamos sacarla fuera del agua'', dijo Mildred a la pagina de www.teamusa.org.
Jillian ha recorrido un largo camino desde las lecciones de su abuela en patio de su casa en Toledo,
después de los Juegos Olímpicos de Beijing, compitió para la Universidad Estatal de Ohio, ayudando a los "Buckeyes" a alcanzar un primer lugar en la prueba por equipos universitarias del 2009, ademas obtuvo el primer lugar en la prueba de dúos en los Campeonatos de EE.UU. del mismo año.
En los campeonatos nacionales de este año, Penner no competirá por un lugar en el equipo nacional o la posibilidad de un segundo viaje a los Juegos Olímpicos. Esta vez, Penner, compite sólo por diversión.
"Sólo quiero dar un paso atrás y reevaluar las cosas en este momento", dijo Penner. "Quiero estar más relajada"
Penner llamó a su experiencia olímpica "surrealista" e "impresionante". La oportunidad la abrio las puertas de varias universidades, pero la vida universitaria no era exactamente lo que esperaba .
Durante su tiempo como una "Buckeye", Penner pasaba hasta seis horas en el agua, además de varias horas en las clases de cada día, las noches las dedicaba al estudio y hacer las tareas, con poco tiempo para dormir y aún menos tiempo para los amigos y la familia.
Después de un año a toda velocidad, Penner estaba exhausta
"Siempre pensé que ir a una universidad de renombre era lo que realmente importaba, pero esa vida no era para mí", dijo Penner.
Ella regresó a Walnut Creek, tomando un descanso de la universidad para buscarse a si misma, y esa busqueda la llevo a entrenar al equipo junior de las "Aquanuts" formado por niñas de entre 13 y 15 años
Ella cree que su tiempo como entrenadora la ha convertido en una mejor nadadora.
"Me ha ayudado a ver los dos lados", dijo. "He tenido algunos entrenadores increíbles, y yo no habria tenido todas estas oportunidades si no fuera por ellos."
De acuerdo con el entrenadora Penner, sus nadadora la ven como una especie de celebridad, pero ella no se considera como tal.
Feliz por haber decidido tomarse un tiempo para reconsiderar lo que realmente es importante para ella, planea volver a la universidad para seguir odontología o diseño de interiores, pero el nado sincro a nivel universitario ya no esta en sus planes.
Piensa presentarse a los campeonatos nacionales, pero dice que un titulo no lo es todo, quiere volver a disfrutar del nado sincronizado como cuando entrenaba con su abuela, y seguir el ejemplo de la misma que a sus 90 años sigue practicando natacion sincronizada con sus amigas.'
Articulo de Annabelle Tometich para
Teamusa.
http://synchro.teamusa.org/news/2010/04/14/life-after-beijing/35313
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