Las “dos Anastasias” rusas, campeonas olímpicas en Atenas 2004, defendieron su oro en la prueba de nado sincronizado por dúos en los Juegos de Beijing.
Con una rutina casi perfecta, nadaron al ritmo de la suite para cuerdas Peer Gynt, del compositor noruego Edvard Grieg (1843-1907).
Las dos habían ganado todos los grandes títulos desde que terminaron segundas en los mundiales del 2001. En el Cubo de Agua de la capital china, las vencedoras cosecharon un 10 perfecto por mérito técnico de parte de los cinco jueces y otros tres puntajes absolutos por impresión artística. Sumado esto a su liderato en la rutina técnica , “las Anastasias” se alzaron fácilmente con la victoria con 99,251 puntos.
“Competir es lo que te permite lograr cosas que uno nunca creyó posible”, declaró Ermakova.
“Fue una competencia bien cerrada. Las españolas fueron unas rivales muy fuertes”, indicó Davydova. “Sabíamos que nadie nos iba a servir la medalla de oro en bandeja”.
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