Cinco minutos, es un periodo escaso, corto, efímero…usado normalmente de descanso o espera. Trescientos segundos, que pasan por el cerebro sin dejar casi huella, y que a duras penas la memoria puede fijar. Un tiempo que no decidirá el futuro, ni tampoco será juez del trabajo diario; será sólo eso, una parte más de los mil cuatrocientos que forman un día. Sin embargo, hay veces que todo cambia, la línea entre el éxito o el fracaso se estrecha, y lo hace tanto, que son esos cinco minutos el tiempo que hay para ver en que lado estás.
Esto, es lo que sucede en la natación sincronizada, un deporte donde en minutos se decide el trabajo de todo un año. Un trabajo duro, de ocho horas diarias, en ocasiones hasta diez, donde la flexibilidad, agilidad, gimnasia y coordinación sumadas a la natación, hacen posibles rutinas tan espectaculares como las vistas en el último Mundial. Rutinas que para Laura López Valle, nuestra protagonista, no le son nada desconocidas.
Laura empezó en esto de la “sincro” con apenas cuatro años, pues su madre Carmen, era entrenadora del CNS Fabio Nelli de Valladolid. A los nueve, participa en su primera competición nacional, y cuatro años más tarde, todavía en edad junior, es convocada para formar parte de la selección nacional absoluta. Recién cumplida la segunda década de edad, acude a los JJ.OO de Pekin, en donde junto al resto de sus compañeras se alza con la medalla de plata, la primera para España en este deporte. Un año después de ese gran éxito, decide abandonar la selección y regresar a su club.
Tres años después de su retirada del combinado nacional, Laura, se pasa por Campeonas para hablarnos de sus inicios, de su más que exitosa carrera deportiva y de su opinión de los JJ.OO de Londres del año que viene.
1- ¿Cómo surgió la idea de practicar natación sincronizada? ¿A qué edad comenzaste?
Empecé muy pequeña en este deporte, con cuatro años, pues mi madre era entrenadora del CNS Fabio Nelli. Tanto ella, como Cristina, la otra entrenadora, fueron las que me enseñaron la base, que sumado a lo que yo entrenaba hizo que pudiera llegar hasta la absoluta, donde pasé a manos de Anna, que me enseñó ya el resto.
2- Las largas horas de entrenamientos que tenéis, dejan entrever la dureza de este deporte ¿Es así?
En efecto. Desde mi punto de vista, nuestro deporte no es comparado con el fútbol o baloncesto por ejemplo, quizás si a la gimnasia rítmica o deportiva, e incluso sólo lo compararía con la rítmica y aún así tampoco es tan duro como la sincronizada. Pues todo el mundo “más o menos” puede hacer gimnasia rítmica, pero este deporte no; ya que tienes el condicionante del agua, por lo que debes ser una buena nadadora, aparte de tener gran flexibilidad, capacidad pulmonar…osea una serie de factores que en otros deportes no son tan importantes.
Una muestra de su dureza, son las apneas. En ocasiones se llegan a unas tan elevadas, que superan tu límite y entonces te desmayas porque tu cuerpo ya no da más. Sobre todo cuando estás en la selección lo que nunca se te puede ocurrir es pararte, y entonces claro llegas a ese límite y cuando llegas, llegas…pero debes seguir haciendo el ejercicio ya no por ti, sino por tus compañeras
3- A pesar de este alto nivel de exigencia, sigues practicándolo y con tan sólo dieciséis años llegas a la selección absoluta ¿Que recuerdas de ese día en el que te enteras que Barcelona iba a ser tu nueva ciudad?
Era un día tal como hoy, yo estaba entrenando normal, y llamaron por teléfono a Carmen, mi entrenadora. Recuerdo que ella no hacía más que entrar y salir, hasta que me dijo lo que pasaba; querían que fuera al CAR a entrenar con la selección de modo permanente. Pedí que en vez de una semana para preparar todo, fueran dos, ya que había empezado el curso ya aquí en Valladolid, necesitaba avisar y sobre todo ubicarme un poco, pues el año anterior había estado en el Mundial de Barcelona pidiendo autógrafos a las componentes del equipo nacional, y un año más tarde me estaban convocando para entrenar con ellas. No me lo podía creer.
Para cualquier nadadora de sincronizada llegar a la selección absoluta es un sueño y yo tuve la suerte de cumplir el mío, tanto el de formar parte del equipo nacional como el de acudir a una olimpiada.
4- Pasas entonces a formar parte de la élite, dejando de lado la vida normal de una chica de tu edad ¿Cómo era tu nuevo día a día?
Nos levantábamos a las ocho de la mañana y hacíamos como una hora y media, dos horas de físico ya fuese de pesas, flexibilidad o pilatex incluso. Luego íbamos al agua, donde hacíamos un tiempo de natación, más o menos una hora, para coger físico y entonces ya empezábamos con la sincronizada hasta…este es un deporte en el que sabes cuando entras en el agua pero no cuando sales.
Cuando se acercaba la competición, se hacía algún cambio como era hacer menos físico, en plan la natación se suprimía y era directamente el físico incorporado a la sincronizada, es decir, hacer el ejercicio muchas veces. Pues se suponía que la preparación física ya la habías hecho antes de la competición.
5- Barcelona pasó a ser tu nueva casa, pero tu familia, tu gente, estaban a unos cuantos cientos de kilómetros, en Valladolid en concreto ¿De qué manera lo llevabas?
Nosotras pasábamos juntas ocho / diez horas al día entrenando más luego si comíamos, comíamos normalmente todas juntas. Lo que pasa que claro las que eran de allí, de Barcelona vivían en sus casas, no estaban en la residencia, pero las que éramos de fuera, convivíamos incluso en la propia habitación en ocasiones.
Cuando tenías un mal entreno, el teléfono solucionaba todo, yo llamaba a mi familia y hablaba con ella, pero aún así no era lo mismo que poder ir a tu casa, estar en tu casa, descansar…así que lo que hacía era apoyarme en mis compañeras tanto las de la residencia, como las que eran de allí.
6- Aunque supongo que todo este esfuerzo, se vio recompensado cuando pasaste a formar parte del equipo que acudió a la olimpiada de Pekín ¿Qué recuerdos tienes de esos días? ¿De quién te acordaste cuando estabas ahí arriba con la medalla de plata al cuello con el resto de tus compañeras?
Yo tuve la suerte que era la pequeña en la olimpiada, la verdad que siempre recibí mucho apoyo por parte de mis compañeras, puesto que Gemma por ejemplo, me sacaba once años y desde luego la experiencia que tenía ella, yo no la tenía, pues había estado ya en dos olimpiadas. Pero bueno, yo tenía 20 años y la verdad que me siento una privilegiada de haber podido estar en esa olimpiada, de haber podido estar con ellas y siempre estaré agradecida, sobre todo a ellas, porque fueron las que me ayudaron en todo momento, sobre todo en aquellos que estaba más…
Los días previos a la competición los recuerdo de sentirte como en una nube. Puesto que el ir a una olimpiada, te sientes como en una nube durante el tiempo que estás allí, en mi caso, hasta que no llegué a Valladolid no fui consciente realmente de todo lo que había vivido. Si que eres algo consciente mientras estás allí, pero hasta que no regresas a casa, no lo empiezas a asimilar.
Los entrenamientos de los días anteriores fueron muy duros, aparte que a medida que se acercaba el día se sentía un poco ese nerviosismo del estreno. Cuando nos tiramos ya por fin al agua, en esos cinco minutos, yo no pensé nada, es decir, buscas disfrutar el momento y el ejercicio, puesto que ya lo tienes muy trabajado, es casi ya algo mecánico. Y el Cubo era una piscina enorme, que impactaba, era impresionante, entonces bueno, el salir allí y verte rodeada de tantísimo público fue una pasada.
Cuando subimos al podium, yo me acordé de mi familia, en especial de mi abuelo, que se murió justo cuando yo estaba en Barcelona. Él siempre me había seguido, había sacado fotos mías, pensé en el momento, si me hubiera visto aquí arriba, pero bueno…Yo fui una afortunada, tuve a mi familia conmigo, así que, fue girarme y verles las caras.
7- Un año después de uno de los mayores éxitos de la sincronizada española decides abandonar la selección. ¿No te arrepentiste al ver la gran actuación que España tuvo en el Mundial de ese año?
El mundial de Roma, en donde se ganaron las siete medallas, lo vi por la televisión, y la verdad que me alegré por todo el equipo, por lo que habían conseguido; pero como se lo que hay detrás para conseguir eso, no me daban tanta envidia al pensar lo que habían sufrido antes.
La seleccionadora es una persona muy exigente, pero yo creo que sin esa exigencia, no se hubiera llegado a donde se ha llegado, aunque bueno luego está el factor de que esa exigencia se convierte en ocasiones en falta de respeto que no debería de ser.
A pesar de todo lo que sucedió, de mí salida de la selección, yo siempre le estaré agradecida a Anna Tarrés por confiar en mí y darme la oportunidad de ir a una olimpiada.
8- Abandonas Barcelona, y regresas a Valladolid, al Fabio Nelli, tu club de toda la vida donde ahora compaginas tus entrenamientos con tu faceta como entrenadora ¿Cómo se acerca este deporte a niñas tan pequeñas como las que tú entrenas? ¿Hay alguna que se vea ya que será la nueva Laura?
Este es un deporte que es duro, y por muy ameno o cómo lo quieras hacer es así, porque hay determinadas cosas que hay que hacerlas, y si lo tomas como un “juego” al nivel de exigencia de la competición no vas a llegar. Entonces bueno, se intenta combinar el hacer más dinámico los entrenamientos, que cada entrenamiento sea un poco diferente, porque son niñas pequeñas que lo que buscas es que se diviertan, no que vengan pensando que va a ser un sufrimiento. De tal forma que dentro del cansancio, y de todo lo que supone practicar este deporte, sea algo que les guste y no les suponga un sacrificio.
Ver a estas edades si hay alguna nadadora que pueda llegar lejos, es complicado, pues son saltos muy grandes de unas categorías a otras. A veces, pueden ser muy buenas en infantiles, pero quedarse estancadas ahí y no avanzar.
9- Y ¿Cómo es la Laura entrenadora?
Una persona muy cercana. Al principio, las costaba un poco acercarse a mí, por eso de que había ganado medallas, salido en los medios, y claro en niñas tan pequeñas quiera o no eso cohíbe un poco. Pero luego ya bien, intento aparte de ser su entrenadora, ser su amiga, pues pasan muchas horas aquí en la piscina y hay días buenos pero otros que no lo son tanto.
10 – Ya para finalizar la entrevista ¿Cuál es tu opinión sobre Londres 2012? ¿Qué posibilidades hay de reeditar esas dos medallas de Pekín?
El equipo actual, es muy joven, con una media de edad muy baja pero que ha demostrado de sobra que tiene potencial para estar ahí. Por otro lado, China y Canadá, vienen pisando fuerte, y luego está Rusia, que por lo visto hasta ahora siguen siendo inalcanzables. Así pues, las posibilidades de medalla en Londres son muy altas, pero no será nada fácil hacerse con ellas.
Sarai Ruiz
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