Dos gotas de agua

Con sólo 18 años, las gemelas Daniela y Catalina Costa hicieron historia en el nado sincronizado chileno: fueron las primeras en conseguir una medalla en un panamericano, aprovechando al máximo su parecido físico en una disciplina en la que esta cualidad es altamente valorada.

Las hermanas Costa son prácticamente iguales, y ni siquiera ellas se reconocen cuando se ven en las fotografías. “Tengo que acordarme qué me puse ese día para saber cuál soy yo”, dice Daniela, una de las gemelas que junto a su hermana Catalina, ganó la medalla de bronce en la categoría junior dueto en el Campeonato Panamericano de Nado Sincronizado, realizado en Lima en septiembre de 2010, demostrando así su doble y promisorio talento en el agua. Y es ahí donde son el complemento perfecto ya que parecen mimetizarse, resultando casi imposible distinguirlas, dado que sus trajes, maquillaje y peinado las hacen aún más idénticas.

Cuando ser iguales sí importa
Ser gemelas es un plus en este deporte, en el que se asigna puntaje tanto por cómo se ven las participantes (presentación artística) y por la coreografía realizada dentro y fuera del agua (presentación técnica). Así, Daniela y Catalina lograron un puntaje de 137 unidades con su primer dueto juntas, que sólo comenzaron a entrenar hace seis meses, siendo superadas por México (148,9) y Colombia (149,2).

Según su entrenadora y ex seleccionada de nado sincronizado, Constanza Morales, sólo por el hecho de ser gemelas ya poseen una ventaja por sobre las demás competidoras. “Todos los países buscan tener gemelas para los duetos, ya que son idénticas, y eso es lo que buscamos en el nado, la perfección”, afirma esta ex seleccionada nacional, quien las entrena hace sólo seis meses y ya logró llevarlas a conseguir esta medalla. “Las dos son muy disciplinadas y se complementan muchísimo. Si una está haciendo algo mal, la otra la corrige inmediatamente. Es más, hacen los mismos errores”, cuenta. “La única vez que tuvieron diferencias fue una vez que estábamos practicando levantamientos donde la Cata es la base y la Dani la que salta. El levantamiento no salía, hasta que entre ellas comenzaron a pelearse. Pero nunca más”, agrega su entrenadora.

Incluso ellas se sorprenden de sus parecidos. “Hay veces que salimos de la pieza y nos pusimos la misma ropa, o salimos a comprar ropa por separado y llegamos con lo mismo”, confiesa Daniela. “Para un Día de la Madre, llegaron las dos con el mismo regalo y ni se habían puesto de acuerdo”, cuenta Verónica Reyes, madre de estas gemelas. Y esta cualidad la han sabido aprovechar al máximo en este deporte.

Historia del nado sincronizado
Es considerado deporte olímpico desde los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984, siendo el único deporte, junto con el softball y la gimnasia rítmica, en el que pueden competir sólo mujeres.
Puede practicarse de manera individual, en dúos o equipos de ocho, y consiste en realizar rutinas musicalizadas de entre 2 y 4 minutos dependiendo del tipo de rutina (técnica o libre) y la cantidad de nadadoras. Se deben realizar tres rutinas: una libre, una técnica y una final. Éstas son evaluadas por 10 jurados, cinco de los cuales evalúan la parte técnica (sincronización, ejecución y dificultad de los ejercicios) y otros cinco que evalúan la parte artística (coreografía y creatividad, interpretación musical y presentación). En nuestro país se practica desde los años ‘70 y los principales clubes que hoy lo realizan son el Stadio Italiano, Estadio Español, Academia de Humanidades, Club Ciudad Viña y Club Azul Profundo.

Según Tania Mondaca (16), compañera de equipo y quien reemplaza a alguna de las gemelas en el dueto ante cualquier inconveniente, su principal diferencia en el ámbito deportivo es cómo demuestran su entusiasmo. “La Dani expresa libremente sus ganas de competir y lo que piensa, en cambio la Cata se concentra y no cuenta nada”, asegura. “Me encanta ir descubriendo las diferencias entre ellas, como que una es zurda y la otra es diestra, cosas así. Pero siempre van a tener en común su especial relación de hermanas y que se manifiesta en sus rutinas”, afirma.

Esfuerzo x 2
Desde los ocho años Daniela y Catalina practicaban el nado en rutinas de equipo, pero nunca habían incursionado como un dueto. Sólo a partir de este año decidieron empezar a entrenar en esta categoría y con el apoyo de sus padres y su nueva entrenadora, dejaron su antiguo club y buscaron una nueva piscina donde entrenar, para poder finalmente sacar provecho a su potencial. Así, durante el verano tuvieron que trasladarse a Valparaíso, ya que gracias a la Escuela Naval de Valparaíso tuvieron un lugar donde entrenar. Actualmente, practican en el Club Academia de Humanidades, institución que les facilita su piscina.

Apoyadas siempre por sus padres, Catalina y Daniela tienen una rutina fuera de lo común, estas gemelas entrenan antes y después de ir al colegio para poder lograr las metas deportivas que se proponen. “Las niñas se levantan dos días a la semana a las 5 de la mañana para entrenar antes de ir al colegio. Después de clases entrenan de nuevo y también los sábados”, afirma su madre, quien además comparte la pasión por este deporte siendo jueza de campeonatos nacionales e internacionales. “Pero una jueza no puede juzgar a sus hijas”, afirma, por lo que antes de sus presentaciones deja de lado su labor por un rato, y sólo les guiñe un ojo desde el borde de la piscina para desearles suerte antes de comenzar.

Daniela y Catalina, junto a su entrenadora, recibiendo su medalla de bronce en el Panamericano de Lima

Fuente:

Camila Muñoz 

http://www.kilometrocero.cl/2010/11/daniela-costa-catalina-costa-nado-sincronizado/

A pesar del poco tiempo para actividades extra, ambas pololean y tienen los mismos amigos, por lo que llevar el duro ritmo de entrenamiento se hace más fácil. Así siguen firmes con su opción por este deporte y seguir perfeccionándose. “La idea es seguir potenciándolas como dueto para los juegos Odesur 2014″, cuenta la entrenadora, competencia que tendrá lugar en nuestro país y para el que se espera, se construya una piscina olímpica. Por el momento, las gemelas se encuentran preparando la PSU, indecisas respecto a su futuro, ya que están conscientes de que “dedicarse profesionalmente a un deporte en Chile, es muy difícil”, aseguran, por lo que habrá que esperar un tiempo antes de saber si contaremos con este “dúo dinámico” para este gran evento deportivo de 2014.