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viernes, 13 de mayo de 2011

Estudio de la dificultad perceptivo motriz en la natación sincronizada.

Resumen
    El objetivo del estudio que se presenta a continuación es comprobar si existe coincidencia en la percepción de la dificultad técnica entre entrenadoras, nadadoras y reglamento, en un deporte donde la técnica es un factor de gran importancia, incluso determinante. Para ello, se ha realizado una valoración con una muestra de 10 nadadoras, que realizaban elementos técnicos - figuras- y posteriormente las valoraban con la Escala de percepción subjetiva DP15, y 8 entrenadoras, que valoraban la dificultad de dichas figuras pero sin realización previa de las mismas. Los resultados obtenidos reflejan que se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en la percepción de la dificultad de las figuras en el grupo de nadadoras y entrenadoras y entre ambos colectivos. Concluimos sugiriendo que la percepción subjetiva de la dificultad motriz puede ser un indicador óptimo para controlar la intensidad de la técnica en la sesión de entrenamiento.
    Palabras clave: Natación Sincronizada. Percepción subjetiva. Técnica.
Introducción
    El dominio de los modelos técnicos deportivos se consolida después de un proceso de aprendizaje largo y costoso, como consecuencia del cual el deportista llega a adquirir la competencia para realizarlos correctamente. Aunque el espectador aprecie que el deportista ejecuta los movimientos con aparente facilidad, no podemos olvidar que cada técnica tiene un determinado nivel de dificultad. Como indican Ruiz y Sánchez Bañuelos (1997), las técnicas deportivas presentan una dificultad intrínseca, que está en íntima relación con las demandas de control motor que el ejercicio reclame y una dificultad subjetiva, condicionada por la interpretación personal que realiza el deportista. 



    El análisis y conocimiento de la dificultad de la tarea es uno de los aspectos más importantes del proceso del entrenamiento de la técnica. Concretamente, su conocimiento permite al entrenador planificar las diferentes progresiones de ejercicios en función del nivel de especialización de su deportista y del momento de la temporada.
    De forma general, la valoración de los entrenadores de la dificultad de las tareas técnicas que proponen en sus entrenamientos se basa en una interpretación personal, generalmente influenciada por su experiencia. Esta valoración es básicamente subjetiva, y por esta razón, no tiene por qué coincidir con la percepción que tiene el deportista. En nuestra opinión, para poder optimizar al máximo el entrenamiento de la técnica, es preciso asegurarse de que no existan diferencias en cuanto a la estimación de la dificultad entre ambos protagonistas y el reglamento.
    El estudio que presentamos a continuación se ubica en el área de conocimiento que ya hemos introducido: La determinación subjetiva de la dificultad perceptivo motriz en el deporte. Su principal objetivo es observar si existe este punto de coincidencia en cuanto a la percepción de la dificultad de la técnica entre entrenadores, deportistas y reglamento, que anteriormente hemos comentado. Concretamente, nuestra experiencia, se ha desarrollado en una disciplina deportiva donde la técnica ocupa un rol prioritario: La natación sincronizada.

Valoración de la percepción de la dificultad
    La mayoría de los trabajos realizados sobre la percepción de la dificultad han utilizado el método psicológico de valoración a partir un valor máximo (Borg, Bratfist et Dornic, 1971; Delignières, 1993, Delignières et Famose, 1992; Dornic et Birbaumer, 1974; Dornic, Sarnecki, Larsson et Svenson, 1974; Gopher et Braune, 1984). Este método consiste en valorar de forma arbitraria un estímulo dentro de una serie otorgándole un valor determinado y a partir de éste analizar, de forma lógica, el resto de los estímulos. Por ejemplo, si la tarea valorada en primer lugar tiene una puntuación de 10, una tarea percibida como 2 veces más difícil será anotada con 20, y una tarea percibida como 2 veces más fácil como 5. A partir de esto, se obtiene una función de tipo ascendente entre la escala de los estímulos y la escala de las sensaciones elaborada según este método. Sin embargo, este método presenta limitaciones a la hora de su aplicación, como por ejemplo, a la hora de valorar tareas complejas a partir de tareas simples.
    Partiendo de este concepto de escala, Borg (1970a, 1970b, 1974, 1982ª, 1992) desarrolló un modelo sobre la percepción del esfuerzo que permite valoraciones absolutas y comparaciones entre individuos. Esta escala se basa en la gradación de las valoraciones del esfuerzo a partir de expresiones verbales, constituida por 15 escalones y 7 expresiones verbales (Borg, 1970a). Borg ha elaborado numerosas versiones de esta escala, de entre las cuales la más conocida es la escala RPE. La escala ha permitido el desarrollo de numerosos trabajos sobre la percepción del esfuerzo, dentro de una perspectiva diferencial. Así, se ha estudiado la influencia del sexo, de la maestría, de las expectativas, factores contextuales y la estrategia de la orientación de la concentración en los corredores de fondo. Básicamente, se ha utilizado esta escala para analizar la realización de un esfuerzo, para el entrenamiento, para el reentrenamiento o en la reeducación física.
    Aunque la RPE ha propiciado avances en el ámbito de las tareas predominantemente energéticas, no se disponía de una herramienta similar para la investigación de la percepción de la dificultad perceptivo motriz. Algunos investigadores (Bratfish, Borg et Dornic, 1972; Hallsten et Borg, 1975) han visto este mismo problema en la valoración de tareas cognitivas. Hallsten y Borg (1975) utilizaron escalas basadas en la RPE para la valoración de tareas intelectuales. En todos los casos estas escalas varían linealmente con la dificultad objetiva. Los resultados sugieren que los principios fundamentales de la RPE (básicamente la simetría de las etiquetas) permiten construir escalas válidas en lo que concierne a la dificultad.
    Delignières, Famose y Genty realizaron tres experiencias con el objetivo de examinar la validez y la fiabilidad de una escala de categorías, basada en los principios de la RPE de Borg, para la percepción de la dificultad en tareas perceptivo motrices. Estos investigadores entienden por dificultad el nivel de solicitación de las fuentes bio-informativas y reservan el término intensidad para el nivel de demanda de las fuentes bio-energéticas. Ellos se centran en el estudio de la percepción de la exigencia en las tareas predominantemente bio-informativas.
     A partir de los estudios realizados, dichos investigadores establecieron una escala de 15 niveles, la DP-15 y 7 etiquetas verbales, para la valoración de la dificultad de las tareas perceptivo motrices.
    La validez y fiabilidad de la escala DP-15 la constatamos en que:
  • La escala permite a los sujetos discriminar y jerarquizar con precisión una serie de tareas. Se encuentra una correlación elevada entre los registros de dificultad percibida y la dificultad objetiva de las tareas, medida por la cantidad media de información para procesar o por la actuación media.
  • Los registros de dificultad percibida varían linealmente con la dificultad objetiva de las tareas. Esta característica facilitará su utilización en las aplicaciones prácticas.
  • Las correlaciones obtenidas entre dificultad percibida y dificultad objetiva son elevados, tanto en los datos medios como en los registros individuales de dificultad percibida.
  • En resumen, se obtiene una correlación elevada entre las evaluaciones realizadas y un protocolo de test.
    Este artículo presenta la aplicación de dicha escala en un estudio realizado con deportistas de natación sincronizada.

Objetivos
    El objetivo de este trabajo se centra en tres puntos, tan claramente diferenciados como íntimamente relacionados entre sí:
  1. Constatar si la percepción de la dificultad de las figuras técnicas que tienen las nadadoras y entrenadoras difiere entre sí.
  2. Establecer la existencia o no de diferencias en la valoración de la dificultad de las diversas figuras técnicas estudiadas, tanto por parte de entrenadoras como nadadoras.
  3. Observar si existe una correlación entre la percepción del esfuerzo (E. Borg) y la de la dificultad perceptivo-motriz.




Método
Sujetos
    Para la realización de este estudio colaboraron 10 nadadoras de natación sincronizada del CN. Kallipolis (Barcelona), de la categoría infantil (12 a 14 años). Su nivel de rendimiento es nacional, y su régimen semanal de entrenamiento es de 15h.
    8 Entrenadoras de nivel nacional e internacional.

Material
    Para el desarrollo de este proyecto, utilizamos:
  • Escala de percepción subjetiva DP15 (Delignières et al, 1994)
  • Escala de Borg (1982)




Tabla1. Escala de Percepción Subjetiva DP15 (Delignières et al, 1994)


Tabla 2. Escala de Borg

Procedimiento
    El estudio se desarrolló a través de 8 sesiones experimentales, en cada una de las cuales se valoró la dificultad perceptivo motriz de una de las ocho figuras y la percepción del esfuerzo que comportaba su ejecución.
    Las sesiones se iniciaron realizando siempre el mismo calentamiento. Posteriormente se ejecutaba la figura a evaluar por partes y, finalmente, se realizaba la figura entera. Inmediatamente después de su ejecución, la nadadora valoraba tanto la percepción de la dificultad perceptiva motriz, como la fatiga subjetiva, mediante el DP15 y la escala Borg.
    Se valoraron las siguientes figuras: Torre Eiffel, Ariana, Subalina, Pez Espada, Cola Pez, Albatros, Garza y Marsopa.
    Paralelamente, un grupo de 8 entrenadoras de nivel nacional e internacional, determinaron la dificultad perceptiva motriz de las figuras mencionadas anteriormente, mediante el DP15.

Análisis estadístico y presentación de resultados
    Para el análisis estadístico del estudio se ha aplicado un Análisis Múltiple de la Variancia de 2 (nadadoras & entrenadoras) por 8 (figuras técnicas). Para comparar la percepción de la dificultad y la valoración del esfuerzo en la ejecución de las figuras se ha aplicado la correlación lineal.
    Estadística descriptiva de la variable: Dificultad perceptivo motriz de las figuras
     (Nadadoras) 



    (Entrenadoras) 


    En términos generales la percepción de la dificultad de las figuras estudiadas difiere significativamente entre nadadoras y entrenadoras (F=611.67; p<0.05).

Valoración conjunta de las nadadoras respecto la dificultad de las figuras 



    La apreciación de la dificultad global por las nadadoras difiere estadísticamente (F=8.771; p<0.05) entre las diversas figuras 


    La apreciación de la dificultad global por las entrenadoras difiere estadísticamente (F=2.862; p=0.018) entre las diversas figuras

Discusión
1º El reglamento desglosa cada figura por partes y otorga a cada una de dichas partes una puntuación. De la suma total de las partes se obtiene el coeficiente de dificultad de la figura. Una figura será más o menos difícil, según el reglamento, dependiendo de las posiciones básicas que la formen, las transiciones de una posición básica a otra, de los elementos de riesgo si los posee, de la amplitud de movimiento de determinadas posiciones (espagat frontal, lateral...), la altura, el ritmo, etc. El análisis estadístico ha evidenciado que existen diferencias significativas en cuanto a la percepción de la dificultad de las figuras. Estas diferencias se han puesto de manifiesto tanto en el grupo de nadadoras(F=8.771; p<0.05) como en el de entrenadoras (F=2.862; p=0.018) . Por otro lado, y de forma inesperada, observamos que la valoración de dificultad que presenta el reglamento de las ocho figuras seleccionadas, no coincide con la estimación subjetiva que han realizado las nadadoras y las entrenadoras. Concretamente, el reglamento determina a la Torre Eiffel con la figura de mayor dificultad mientras que para las nadadoras y entrenadoras, la más complicada es la Subalina. Tampoco existe coincidencia en cuanto a la percepción de la más fácil. En este caso, el reglamento otorga la menor dificultad a las figuras Cola de Pez y Pez Espada, las nadadoras la Garza y las entrenadoras la Cola de Pez y Albatros. El hecho de que tanto nadadoras como entrenadoras difieran en la percepción de la dificultad técnica puede deberse a varios motivos, por ejemplo, la facilidad o dificultad para ejecutar determinadas partes de las figuras en algunas nadadoras, el tiempo de apnea, el desgaste físico, la experiencia, el dedicar más tiempo a trabajar una parte de la figura, el nivel de conocimiento técnico de la entrenadora...
 No existe una asociación lineal estadísticamente significativa (Rxy=0.3689; p=0.296) entre la percepción de la dificultad y la valoración del esfuerzo de las nadadoras en las figuras. Este dato podría indicar que la condición física de las nadadoras es la adecuada para poder ejecutar los modelos técnicos requeridos.
 El estudio de los resultados nos indica que la percepción subjetiva de la dificultad de las figuras es diferente entre nadadoras y entrenadoras, siendo superior entre las primeras (F=611.67; p<0.05). Esto se manifiesta concretamente en las figuras Albatros y Cola de Pez.
    Los autores pensamos que estas diferencias pueden ser debidas a varios factores, como los años de experiencia, el nivel de conocimiento de la técnica, la valoración sin práctica previa por parte de las entrenadoras, etc... Sin duda, se requieren otros estudios para determinar la influencia de estas variables.
    Por último, debemos destacar la elevada desviación típica que se ha observado en el grupo de las entrenadoras, dado que deja entrever una insuficiente unificación de criterios en cuanto a este aspecto en el colectivo estudiado.

Aplicación práctica
    Finalizamos este trabajo aportando un ejemplo de la aplicación de los contenidos analizados. En este caso, se determina la intensidad media de una sesión tipo a partir del empleo de la escala de valoración subjetiva Dp-15.
    La sesión de ejemplo que planteamos, presenta las siguientes características: 



Tabla 3
    Previamente, la entrenadora ha pasado la escala de dificultad Dp15 a sus nadadoras. Especificar que en este ejemplo se han utilizado como referencia la muestra analizada. También se ha calculado la intensidad relativa, especificada en la tabla siguiente. 


Tabla 4
    Por último, a través de la ecuación propuesta por Lliuta y Dunitrescu (1974), se calcula la intensidad media de la sesión. En este entrenamiento la intensidad media es de 69,5%. 



    Debido a que la mayoría de las entrenadoras suelen dividir las figuras en diferentes partes para realizar sus entrenamientos, observamos que la escala Dp15 también se puede pasar con el fin de evaluar la dificultad de cada parte.

Conclusiones
  • Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en la percepción de la dificultad de las figuras tanto en el grupo de entrenadoras como en el de nadadoras.
  • No existe correlación lineal estadísticamente significativa entre percepción del esfuerzo y de la dificultad técnica de las figuras.
  • La percepción subjetiva de la dificultad técnica difiere entre nadadoras y entrenadoras.
  • Somos de la opinión que la percepción subjetiva de la dificultad motriz debe ser un indicador más para controlar la intensidad del entrenamiento, especialmente en disciplinas deportivas donde la técnica ocupa un rol determinante, como es el caso de la natación sincronizada. De igual forma, creemos que también debería constituir un parámetro importante a considerar por parte de las entrenadoras en la programación del entrenamiento de la técnica. Si conocemos la percepción de la dificultad de las figuras de nuestras nadadoras y el grado de esfuerzo que supone para cada una de ellas la ejecución de las figuras, dispondremos de una herramienta más para poder planificar los entrenamientos técnicos y la intensidad de los mismos, tanto en dentro de una sesión como a lo largo de un micro o macrociclo o de toda la temporada.
  • Planteamos la necesidad de seguir investigando para esclarecer nuevos interrogantes que han surgido en la realización de este trabajo, y entre los cuales destacamos los siguientes:

    • ¿Qué incidencia tiene la percepción de la dificultad en función de las condiciones de práctica: En competición, en los entrenamientos, ejecutando previamente o no el modelo técnico?.
    • ¿Cuál es el comportamiento que experimenta la percepción de la dificultad de la técnica a lo largo de la temporada?
    Para finalizar pensamos que podría ser interesante incluir en esta experiencia la valoración de la dificultad percibida por los árbitros.
    Desafortunadamente, no podemos generalizar los resultados obtenidos dado que la muestra utilizada es reducida.

Bibliografía
  • Borg,G. (1982), A category scale with ratio properties for intermodal and interindividual comparations. InPsychological Judgement and the process of perception. Edited by H:G. Geissler & P.Petzold), p. 25-34. VEP Deutscher Verlag der Wissenschaften, Berlin
  • Delignières, D. Famose, J.P. Genty, J. (1994), Validation d'une échelle de catégories pour la perception de la difficulté. STAPS, 34, 77-88.
  • Ruiz, L.M. y Sánchez, F. (1997), Rendimiento deportivo. Madrid: Gymnos.
  • Reglamento de Natación Sincronizada. Real Federación Española de Natación. 2001-2005.

Fuente:  http://www.efdeportes.com/efd85/sincro.htm

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